TEMA 20: LA GUERRA DE SUCESIÓN ESPAÑOLA Y EL SISTEMA DE UTRECHT. LOS PACTOS DE FAMILIA.
A finales de siglo XVII dos dinastías se disputaban la hegemonía continental: Los Borbones y los Habsburgo. En este contexto la muerte de Carlos II sin descendencia sería objeto de disputa internacional. Dos eran los pretendientes: el archiduque Carlos de Habsburgo, hijo del emperador de Austria, y el príncipe Felipe de Anjou, nieto del rey francés Luis XIV. Carlos II finalmente declaró su legítimo heredero, poco antes de su muerte el 1 de noviembre de 1700, al príncipe francés.
El acceso de un Borbón al trono español afianzaba la hegemonía de
Francia en Europa. El resto de las potencias europeas ante el temor de la
supremacía francesa forman una Gran Alianza:
Inglaterra, Austria, el ducado de Saboya, las Provincias Unidas
(Holanda) y Portugal, frente a España y Francia. En 1703 se inicia la Guerra de
Sucesión. En España se convirtió en una guerra civil. Castilla se mantuvo fiel
a Felipe V, mientras que la Corona de Aragón prefirió estar al lado del
archiduque Carlos.
El conflicto no terminó en España tras la Paz de Utrecht. Continuó en
Cataluña donde Barcelona fue sitiada durante meses y tomada por el ejército de
Felipe V en 1714. La política exterior de España se centra en recuperar los
territorios perdidos, reforzar la flota, y buscar aliados. De ahí nacen los
Pactos de Familia con Francia, acuerdos por los cuales España, para lograr tal
fin, se posicionará al lado de los franceses en diferentes conflictos. En 1733 se firma el Primer Pacto de Familia
cuya consecuencia fue el reconocimiento del infante don Carlos, hijo de Felipe
V, como rey de las Dos Sicilias (Sicilia y Nápoles). Gracias al Segundo Pacto
de Familia (1743), España obtuvo para otro infante, Felipe, los ducados de
Parma y Toscana. Ya con Carlos III se firmó el Tercer Pacto de Familia (1761)
que sirvió para hacer frente a Inglaterra.
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