TEMA 16: LOS AUSTRIAS DEL SIGLO XVII: EL GOBIERNO DE LOS VALIDOS. LA CRISIS DE 1640.
Los reyes del s. XVII llamados ‘Austrias menores’ delegaron las tareas de gobierno en sus validos que actuaban en nombre del monarca. Era un cargo de designación real, sin lugar en el organigrama administrativo, por lo que su cese y nombramiento dependía exclusivamente del monarca. Destacan con Felipe III el duque de Lerma y su hijo, el duque de Uceda y con Felipe IV, el conde duque de Olivares. El gobierno de alguno de los validos acarreó conflictos y consecuencias graves para la monarquía:
Felipe III y el duque de Lerma: La expulsión de los moriscos en 1609
ordenada por el duque de Lerma por el posible apoyo de éstos a los turcos, tuvo
como consecuencia grave la despoblación de numerosas comarcas sobre todo en
Valencia y Aragón. El valido del rey decidió cambiar la capital de Madrid a
Valladolid por su propio interés, especulando con edificios y terrenos, una
corrupción sin precedentes hasta la fecha en la monarquía española.
Felipe IV y el conde duque de Olivares: la reanudación de la política
exterior ofensiva en Europa (la guerra de los Treinta años. 1618-1648) exigía
grandes sumas de dinero a una Hacienda real en crisis. Olivares planteó una
reforma financiera y militar, la Unión de Armas: un ejército sostenido
económicamente y con hombres por todos los reinos en proporción a su población
y riqueza. El plan era más ambicioso y pretendía unificar políticamente el
imperio, implantando una administración centralizada, suprimiendo las
diferencias forales y repartiendo las cargas económicas, hasta la fecha,
soportadas en gran medida por Castilla.
Este intento de centralizar el
Estado, la creación de nuevos impuestos por la guerra, el descontento social, y
el protagonismo del valido del rey, desembocó en una grave crisis en 1640. Hubo
estallidos sociales sobre todo en Cataluña donde no se aceptó la política
centralizadora que suponía la Unión de Armas. La entrada del ejército español
en Cataluña para luchar contra los franceses que estaban en sus fronteras, el
alojamiento de las tropas en suelo catalán y los destrozos que estas
ocasionaron en las cosechas, provocó una revuelta de segadores en la ciudad de
Barcelona (Corpus de Sangre) que luego se generalizó por toda Cataluña con
ayuda de los franceses. El virrey fue asesinado y los catalanes ofrecieron el
condado de Barcelona al rey de Francia por su ayuda. Pero en 1652 las tropas de
Felipe IV pusieron fin a la sublevación.
Paralelamente se produce una
rebelión en Portugal. Los nobles cansados de la política española poco
favorable a sus intereses nombran rey al duque de Braganza, como Juan IV. El
conflicto se prolongó hasta 1668, fecha en la que se reconoció la independencia
de Portugal.
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