LA CIVILIZACIÓN MAYA

Fue una de las tres principales civilizaciones de la América precolombina. Su fundación se remonta al siglo XV a.C en la Península de Yucatán, en el actual México. Sin embargo, a lo largo del tiempo, fueron ocupando territorios que hoy pertenecen Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador. Su época de máximo esplendor fue entre los siglos III y X d.C.

Los mayas se organizaban en ciudades-estado, por lo que no tuvieron un Estado unificado, así que no hay una capital formal. A pesar de ello, se pueden destacar las ciudades de Chichen-Itzá o Tikal. Cada una estaba liderada por un “halach uinic”, que significa “hombre verdadero”. Había algunas que estaban ocupadas por otras, por lo que el halach uinic se reemplazaba por los “batabs”, funcionarios que controlaban el pago de tributos a la ciudad vencedora.

La sociedad maya se dividía en cuatro estamentos: la nobleza o “almehenob”; los sacerdotes o “ahkinob”; la gente común o “ah chembal uinieol”; y los esclavos o “ppencatob”. La principal actividad económica era la agricultura. Se dice que su sistema agrícola causó su propio declive como civilización, ya que consistía en talar árboles y eliminar arbustos, que luego se quemaban para poder sembrar las tierras en las épocas pluviales.

Los mayas hicieron muchos aportes culturales, entre los que se puede destacar el Calendario Maya y obras literarias como Los Libros de Chilam Balam, que contienen relatos sobre la historia de la sociedad maya. Su religión era politeísta como muchas de su época. Algunos dioses mayas importantes fueron Hunab Ku, el creador; Chac, el dios de la lluvia; o Yun Kaax, el dios del maíz.

No hay consenso sobre cómo cayó la civilización maya, pero se estima que la tala indiscriminada de árboles para sembrar tierras, contribuyó a que se quedaran sin recursos. Otros estiman que los conflictos entre las ciudades se fueron agravando hasta tal punto que ocasionó la caída final. Lo cierto es que cuando los españoles llegaron a América, los mayas ya estaban debilitados y no eran ya aquel imperio esplendoroso que alguna vez supo ser.