EL CANAL DE PANAMÁ: LA RUTA QUE UNE AL MUNDO

El istmo de Panamá siempre fue un lugar importante para los europeos asentados en América, ya que, al ser una delgada línea de tierra, permitía transportar mercancías y mano de obra de un océano a otro de forma más rápida. Ya durante el siglo XV, se planteaba la idea de construir un canal en esta zona, pero no fue hasta el siglo XIX que esa idea resurgió, cuando el ingeniero francés Ferdinand de Lesseps presentó su proyecto de construcción. Anteriormente, De Lesseps había sido el responsable de la creación del Canal de Suez.

La obra comenzó en 1881, aunque tuvo demasiados contratiempos, como el difícil terreno o las epidemias que acechaban a los trabajadores. Los trabajos siguieron a pesar de todo, hasta que en 1889 la empresa de De Lesseps encargada de la construcción entró en quiebra debido, entre otras cosas, a la fuerte oposición que tenía el empresario francés. Con su salida, el jefe de obra Philippe-Jean Bunau-Varilla asume el mando y firma con EEUU el Tratado Hay-Bunau-Varilla en 1903, por el cual ese país apoyaría financieramente el proyecto y obtendría los derechos de explotación del canal. De acuerdo al tratado, la zona del canal era literalmente territorio de EEUU.

Finalmente, la inauguración del canal se produjo el 15 de agosto de 1914, cuando el buque panameño Ancón lo cruzó por primera vez. La administración del nuevo pasaje sería cedido a Panamá de acuerdo al Tratado Torrijos-Carter de 1977. Es decir, EEUU ya dejaría de considerar el canal como territorio propio. La medida entró en vigencia el 31 de diciembre de 1999.

Desde ese entonces, miles de buques lo utilizan para que el comercio mundial siga su rumbo y sea más eficiente, ya que con este pasaje se logró acortar viajes que antes requerían de otros caminos más largos. El Canal de Panamá es considerado como una de los más grandes inventos de la humanidad, debido a su complejidad de construcción por la zona en la que se creó.