EL ORIGEN DE LOS NINJA
Los legendarios
ninja o shinobi, en japonés, fueron
una serie de grupos de especialistas a sueldo entrenados des de temprana edad
en formas alternativas de espionaje y asesinato entre unos pocos elegidos en
general de procedencias humildes y estratos poco favorecidos provenientes de
Japón.
Eran conocidos
por su gran versatilidad en acciones, puesto que eran capaces de cumplir
misiones tan variadas como el asesinato, el espionaje, el sabotaje, el
reconocimiento (tanto logístico como militar) o la guerra de desgaste. Su gran
capacidad para desestabilizar, cegar y mermar la moral de ejércitos fue
destacable a lo largo de la historia feudal del país.
Los orígenes de
los shinobi son in
ciertos, aunque su antecedente más preciso se encuentra en el
siglo VI y no es hasta el siglo XV cuando se pueden identificar plenamente sus
actividades y características. Al igual que los samurái, tuvieron su momento
cumbre durante el período Sengoku de la historia de Japón, una etapa de gran
inestabilidad y conflictos bélicos por la lucha del poder interna del país, que
terminaría al establecerse el shogunato Tokugawa (inicio del clave período Edo),
época donde tendrían sus últimas apariciones, y sobre el cual se puede leer en
otras publicaciones de esta misma cuenta.
La gran utilidad
de estos individuos en las campañas militares les granjeó una reputación, que
los llevó poco a poco a ser utilizados por
los líderes militares. En el caso de los samurái, el daimyō no podría exponerlos a trabajos como el espionaje o
asesinatos encubiertos, debido a que si eran descubiertos su reputación
quedaría destrozada. Por ese motivo preferían contratar a ninja, los cuales
procedían generalmente de clases sociales bajas, para que realizaran ese tipo
de trabajos.
Una de las
teorías que se proponen para la fundación de estas primeras técnicas es como
adaptación de los preceptos chinos de la concepción de la guerra, recopilados
en la célebre obra de Sun Tzu “El Arte de
la Guerra”, en la que se defiende la necesidad del uso de espías y
espionaje militar en toda campaña. Poco a poco esa doctrina acabó por
desarrollar una filosofía propia para determinar el código de conducta que
seguirían los shinobi, el ninpo.
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