BATALLA DE MIDWAY

La batalla de Midway fue un enfrentamiento aeronaval entre Estados Unidos y el Imperio de Japón, que tuvo lugar en el Océano Pacífico en 1942 durante la Segunda Guerra Mundial. Las causas de esta batalla fueron la decisión de los japoneses de destruir las fuerzas navales americanas presentes en el Pacífico con la intención de poder continuar con su expansión, como ya habían hecho en Pearl Harbor, y la información que tenían los norteamericanos sobre el ataque al atolón Midway, lo que les permitió anticiparse al ataque.

Los japoneses se dirigieron a Midway con una gran flota, incluyendo 4 portaaviones, destacando el Akagi, y 433 aviones. Los estadounidenses lucharían con 3 portaaviones, siendo el más famoso el Enterprise, y 360 aviones, además de otros barcos. El 4 de junio de 1942 los japoneses atacaron la base aérea del atolón, iniciando así la batalla. Tras esto, decidieron lanzar otro ataque con los aviones de reserva, por lo que empezaron a cambiar el armamento de torpedos a bombas terrestres, pero fue entonces cuando localizaron la flota estadounidense. Al cambiar de armamento, no podían defenderse por lo que esto determinó la suerte de la batalla. Los aviones estadounidenses atacaron los indefensos portaaviones japoneses, hundiendo 3 de los 4, entre ellos el Akagi. El que restaba lanzó sus aviones contra el portaaviones Yorktown, hundiéndolo. Poco después, este fue vengado, hundiéndose el último portaaviones japonés por un ataque del Enterprise. Tras esto, la flota nipona se retiró, habiendo perdido los 4 portaaviones, 250 aviones y 3057 de sus mejores pilotos y marineros. Los americanos perdieron un portaaviones, 150 aviones y 307 hombres.

Esta batalla fue la mayor derrota de Japón de toda su historia, ya que puso fin a su expansión por el Pacífico y lo llevó a la rendición en 1945, tras las dos bombas atómicas, y dio comienzo a la contraofensiva aliada en Asia.