INDEPENDENCIA DE TEXAS

 

Hasta 1820, el territorio de Texas había sido una provincia del Virreinato de Nueva España, bajo la soberanía de la Corona de española . En esa fecha, culminaba la independencia de México y Texas se convertía en uno de sus estados. Eran tiempos de expansión y crecimiento y el nuevo gobierno de México quería repoblar sus vastos territorios. Para ello, el gobierno mexicano creó unas leyes de inmigración muy favorables, que otorgaban títulos de propiedad en las tierras repobladas. 

El flujo de inmigrantes norteamericanos al estado de Tejas suponía un problema para México. Estos autoproclamados “tejanos”, carecían de identidad mexicana y de lealtad a su gobierno. Además, muchos de ellos eran propietarios de esclavos, algo que iba en contra de la legalidad mexicana. Esta situación hizo que, en 1830, el gobierno de México prohibiera nuevas llegadas. Los colonos tejanos confiaban en que la constitución federal de México garantizase su autonomía. Sin embargo, cuando el general Santa Anna tomó el poder e impuso un modelo de estado mucho más centralista, muchos de estos individuos empezaron a organizarse para defender sus privilegios. 

El casus belli que dio inicio a  la guerra fue la negativa de los habitantes de Gonzales ante el intento de requisa de un cañón por parte del ejército mexicano. En 1836, se declaró la independencia de Texas.  Las tropas de Santa Ana lanzaron una  ofensiva en la que sitiaron la fortaleza de El Álamo, en la ciudad de San Antonio. Sus defensores resistieron hasta el último hombre y cuando Santa Ana tomó la posición, ejecutó a todos los prisioneros . “Remember the Alamo” se convirtió en lema tejano que clamaba por venganza y revancha. Este revés no significó el sometimiento definitivo de los rebeldes tejanos. La guerra se resolvería en la Batalla de San Jacinto, a las afueras de Houston. En esta ocasión, los mexicanos fueron sorprendidos. Su derrota supuso la independencia de Texas, que pasaba entonces a ser una república. 

En 1846 culminaron los trámites legales para que Texas entrase a formar parte de los Estados Unidos. Desde el principio, los hacedores de la república de Texas (que no en vano, eran norteamericanos) habían contemplado esa posibilidad. Si no pudo anexionarse antes fue porque al ser un estado esclavista, su integración generaba ciertas tensiones y desequilibrios en el conjunto de la federación norteamericana. Recordemos que esta es la época de pugna entre el modelo de producción sudista (basado en la plantación y la mano de obra esclava) y el modelo de producción del noreste (basado en la industria, la empresa privada y el trabajo asalariado).