EL MEJOR ALCALDE DE MADRID

Si pensáramos en el mejor alcalde que ha tenido Madrid para algunos sería, por ejemplo, José Luis Martínez-Almeida, pero si preguntáramos a la gente de Madrid en pleno siglo XVIII su mejor alcalde dirían el rey Carlos III. ¿Y esto por qué es así, si tenía el mayor cargo del reino?

Este rey llegaba a Madrid en 1759 a la edad de 43 años, era un hombre tranquilo, muy religioso, poco dado a las fiestas (ni siquiera le gustaba la ópera), amante de la caza, mantenía una vida rutinaria y una alimentación frugal que le permitió vivir sin enfermedades casi hasta su muerte. Cuando llega a Madrid se encuentra una ciudad con un aspecto miserable, vergonzoso y la necesidad de llevar a cabo una profunda reforma resultaba imperiosa. Carlos III propuso reformar la villa y para ello contó con la ayuda de su ministro Esquilache.

Se proyectaron servicios de alumbrado y recogida de basura, uso de adoquines para las calzadas y una buena red de alcantarillado. En Madrid se llevó a cabo un plan de ensanche, con grandes avenidas, monumentos como la Cibeles, Neptuno, la Puerta de Alcalá y demás, el Hospital de San Carlos (hoy Museo Reina Sofía) o el edificio del Museo del Prado (destinado originalmente a museo de Historia Natural). La lotería llegó a España de la mano de Carlos III, que la importó de una tradición de Nápoles, y era muy similar a la Lotería primitiva actual. El primer sorteo se llevó a cabo el 10 de diciembre de 1763. Estas reformas le han valido a Carlos III ser recordado como "El mejor Alcalde de Madrid".

Es curioso que los madrileños se resistieran a estas mejoras. Esto llevó a Carlos III a decir que era "un pueblo anclado en infantiles torpezas", con lo cual quedaba bien justificado para él gobernar "para el pueblo, pero sin el pueblo" quedando demostrada la necesidad del Despotismo Ilustrado.