INDEPENDENCIA DE BRASIL

Brasil y su historia de emancipación es algo disímil del resto de los países latinoamericanos, ya que se independizó con el apoyo de la corona real portuguesa. De hecho, la primera forma de gobierno fue una monarquía, que fue la más perdurable en América Latina. Veamos un poco más en detalle sobre los sucesos acontecidos.

Cuando en 1808 Napoleón invadía toda Europa, la corona portuguesa se exilió a uno de sus territorios coloniales, la ciudad de Río de Janeiro. La reina María I regía en el exilio, pero a su muerte, le sucedió su hijo Joao, que se convirtió en Joao VI. Para 1815, luego de la caída de Napoleón, Brasil pasó a ser parte del llamado Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve, lo que elevó su status.

Joao VI regresó en 1821 a Portugal, y dejó a su hijo Pedro a la cabeza del territorio americano. Pedro I se opuso a las cortes portuguesas y apoyó las ideas independentistas brasileñas. La Revolución de Oporto en 1820 trajo como consecuencia la primera constitución para el reino, una de carácter monárquico. Finalmente, el 7 de septiembre de 1822, el rey Pedro I declaró la independencia y fundó el Imperio de Brasil, con el famoso Grito de Ipiranga. Pedro abdicaría en 1831 y le sucedería su hijo Pedro II, que no tuvo edad suficiente para gobernar hasta 1840, por lo que en ese período el poder estaba en manos de regentes. El imperio era próspero y querido por el pueblo, pero finalmente fue depuesto en 1889 por un golpe de Estado militar que nadie apoyaba. A partir de ese momento, Brasil sería una república gobernada por un dictador.