WILLIAM WALLACE, HÉROE DE ESCOCIA

Todos conocemos la película Braveheart, pero hoy os vamos a hablar de su protagonista: William Wallace. Para entender la importancia de William Wallace hay que establecer unos antecedentes. En 1286, el rey escocés Alejandro III falleció al precipitarse su caballo por un acantilado, dejando como única heredera del trono de Escocia a su nieta de tres años, Margarita. Los nobles escoceses se reunieron en Scone para organizar una regencia. Sin embargo, poco después se anunció que, Margarita falleció. El rey Eduardo I de Inglaterra se aprovechó del suceso y de la rivalidad entre los nobles escoceses, para intervenir directamente en los asuntos escoceses. Cuando intentó arrastrar a Escocia a sus constantes guerras contra Francia los barones escoceses le desafiaron y este respondió con una expedición de castigo en 1296.

Fue entonces cuando entró en escena William Wallace, poniéndose al frente de la resistencia. El 11 de septiembre de 1297, Wallace junto a Andrew de Moray, otro líder escocés, unieron fuerzas cerca de Stirling para hacer frente a las fuerzas inglesas, en la llamada Batalla del Puente de Stirling, donde el grueso del ejército inglés, fue sorprendido cuando atravesaba el estrecho puente de madera sobre el río Forth.

Sin embargo, el 22 de julio de 1298, la suerte no estaba de su lado. Durante la batalla de Falkirk, Wallace cometió el error de ceder la iniciativa al enemigo y la caballería inglesa atacó por los flancos, haciendo que los lanceros cayeran, por lo que optaron por huir. Ante tal derrota, William fue en busca de apoyos a Europa, pero fue en vano. Tras obtener algún éxito contra las tropas inglesas, en 1304 el pequeño grupo de Wallace fue aniquilado. Un año más tarde sería delatado por un caballero escocés al servicio del rey Eduardo I y sería condenado a muerte. Su trágica vida no sería en vano, pues en 1328 se conseguiría la independencia de su tierra, Escocia